Los sapiens prevalecieron sobre los neandertales gracias a una mente más consciente.
El hábitat de clima tropical del homo sapiens, era mucho más propicio para acceder a alimentos fermentados.
Los Homo Erectus, con un cerebro incipientemente consciente, salieron de África y dos millones de años después aparecen en Europa, dando lugar a los Neandertales.
Mientras tanto, los erectus que quedaron en África, siguieron evolucionando hacia Homo Sapiens. Eran mentalmente más avanzados y los primeros de nuestra estirpe.
Estos antecesores de los sapiens, tenían ya capacidad suficiente para adaptarse a diferentes ecosistemas.
Atravesó aquel pasillo verde que hoy es el desierto del Sáhara, pudo superar los Alpes y a través de ellos llegó a Europa hace 400.000 años.
En aquellos nuevos territorios, encontró que existían humanos de otro género, los neandertales.
Como los sapiens, eran también descendientes de los homos erectus que, procedentes de África, habían llegado con anterioridad a las tierras europeas.
Por entonces en nuestro viejo continente el clima era extremadamente frío y los que lo habitaban habían evolucionado físicamente para adaptarse a temperaturas glaciares y zonas montañosas.
Físicamente, el neandertal era de nariz ancha, de cuerpo robusto y osamenta pesada y fuerte, muy diferente del sapiens.
Los predecesores del linaje humano eran de esqueleto más ligero y cerebro de menor tamaño pero, curiosamente, más desarrollado hacia la consciencia.
Y aquel sapiens del que procedemos, a pesar de ser menos fuerte, y estar físicamente adaptado para sobrevivir en climas más benignos, logró imponerse sobre los neandertales. ¿Cuál fue el motivo?
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ToggleEntre las mentes neandertales y las sapiens ya se conocen diferencias patentes
“El cambio en un único aminoácido propulsó la creación de más neuronas en el cerebro humano, y nos diferenció para siempre de los neandertales.
Desde que nos diferenciamos de los neandertales, la proliferación de células cerebrales nos ha permitido una adaptación exitosa al entorno”. [1.Fischer, A. (9 de septiembre del 2022) Los humanos actuales generamos más neuronas que los neandertales, confirma estudio. National Geographic. https://www.ngenespanol.com/historia/los-humanos-actuales-producimos-mas-neuronas-que-los-neandertales/]
Hace 300.000 años, cuando desde África sapiens inició esta conquista de la tierra, sus rasgos físicos eran ya prácticamente iguales a los humanos actuales.
Sin embargo, la situación mental cognitiva de los sapiens, hubo de esperar, hasta hace sólo 35.000 años para alcanzar el nivel similar al de los humanos actuales.
Parece, por tanto, que el estado de consciencia se produjo poco a poco y de forma progresiva.
En un reciente estudio publicado en la revista Science se determina que un sólo cambio genómico en la proteína TKTL1 de los humanos modernos, pudo darles una ventaja ante los neandertales al aumentar sus capacidades cognitivas.
Este aumento, está muy relacionado con la multiplicación de neuronas durante el desarrollo cerebral.
La forma del cerebro del neandertal es alargada y el de sapiens tiende a redondearse. La forma redondeada del cerebro, afecta principalmente al lóbulo parietal. Precisamente ahí donde la orientación espacial, el uso de herramientas y el control sobre la atención, se solventan.
«Aunque no sabemos cuántas neuronas tenía el cerebro neandertal, podemos suponer que los humanos modernos tienen más neuronas en el lóbulo frontal del cerebro, donde la actividad de TKTL1 es mayor que en el de los neandertales».
El estudio implica que la producción de neuronas en el neocórtex durante el desarrollo fetal es mayor en los humanos modernos de lo que era en los neandertales, en especial en el lóbulo frontal, por lo que, consideró que es «tentador especular que esto promovió las habilidades cognitivas humanas modernas asociadas al lóbulo frontal«.
FEW (EFE, Science, Instituto Max Planck)
El científico Hublin cree que el ‘Homo sapiens’ fue evolucionando de forma tal que las naturalezas de las neuronas reordenaron su materia gris.
De esta forma, los sapiens compitieron ventajosamente en el encuentro con los neandertales, ya que los cambios en el cerebro que les permitieron ganar en consciencia, les hicieron socialmente más organizados y manejar el fuego de forma más eficaz.
Gracias a un cerebro más evolucionado, sapiens consiguió extenderse a lo ancho de todo el planeta, incluso imponiéndose a habitantes físicamente más dotados y adaptados a los climas fríos que debió superar.
¿Y que posibilitó en los sapiens ese cambio neuronal al que no tuvieron acceso los neandertales?
Veamos algunas posibilidades.
La doctora Margarita Más en su libro “Las Maravillas de la flora”, reconoce que: “Algunas bacterias intestinales tienen la capacidad de conectarse y comunicarse con nuestro cerebro y de propiciar cambios neuroquímicos y de conducta«.
Ya se conoce la propiedad que tienen de actuar sobre la bioquímica de nuestro cerebro, ese grupo de microorganismos intestinales que se han dado en llamar Psicobióticos. Recientemente, es conocido y aceptado que los psicobióticos tienen la posibilidad de afectar a las funciones cerebrales.
Sabemos ya que nuestro intestino se considera nuestro segundo cerebro, y que contiene más neuronas que la médula espinal.
También sabemos que nuestra microbiota segrega cantidad de neurotransmisores, y que puede mandar señales a través del Nervio Vago, y otras vías, al cerebro.
Debemos tener en cuenta al hecho ya aceptado por la comunidad científica que los neandertales desarrollaron su existencia en una Europa que entonces sufría unos climas fríos y poco propicios para que se produjeran fermentaciones espontáneas.
Por ejemplo, los esquimales no necesitan conservar sus alimentos fermentándolos, ellos ya viven dentro del congelador.
Esto es lo contrario que disfrutaron los sapiens que procedían de África, donde entonces reinaba un clima tropical de temperaturas templadas y muy aptas para el desarrollo ambiental de microorganismos fermentativos.
Quizás los neandertales, a causa del ecosistema en el que se desarrollaron, no tuvieran acceso a alimentos que se fermentaban de forma fortuita o fermentados a propósito, dado las bajas temperaturas de los territorios en los que se desenvolvían. Posiblemente, tampoco les sería fácil acceder a fermentaciones propiciadas por la exposición al sol, al ahumado o a la salazón…
De esta forma, tampoco accedieron a las modificaciones cerebrales tan intensas que posiblemente, sí llegaron a afectar a nuestros antepasados devoradores de alimentos cargados de probióticos activos.
Como hemos visto, existen ya numerosas investigaciones, que vienen a defender la influencia que los probióticos tienen respecto a los cambios en la actividad cerebral.
Por otra parte, sabemos cómo afectan los diferentes climas a las fermentaciones de los alimentos.
Los climas cálidos favorecen la aparición de las fermentaciones, cosa que no ocurre en los climas fríos.
Los últimos estudios evidencian el hecho de que la prevalencia del Sapiens sobre el Neandertal se debió a la supremacía de su cerebro, que había evolucionado levemente, pero con unos resultados determinantes para una mayor capacidad de cognición.
¿Quizás esa ventaja de cognición en el cerebro de los Sapiens, fuese favorecida por el consumo de alimentos fermentados y, por tanto, de probióticos, de los que no disponían los Neandertales?
Por: José Antonio Barroso
José Antonio Barroso, fundador del Grupo Microal-Tecoal, nos ofrece una descripción precisa sobre la perfecta simbiosis ancestral entre el ser humano y los probióticos, de la que nos hemos beneficiado inmensamente de forma mutua y gracias a la cual somos lo que hoy somos, como especie y como civilización.